Marruecos está en alerta. Un pequeño niño de sólo cinco años lleva atrapado en un pozo tres días, y aunque los rescatistas están trabajando arduamente, la inestabilidad del suelo dificulta la operación. 

El pequeño identificado como Rayan sufrió un accidente el martes por la tarde cayendo a un pozo de 32 metros aproximadamente, a las afueras de su casa, en la aldea de Ighran, al norte del país africano. 

El equipo de emergencia le entrega agua y oxígeno al menor con una cuerda, ya que el pozo es muy angosto para bajar por él, así que los rescatistas junto con ingenieros topográficos cavaron un orificio paralelo de 31 metros para hacer un túnel y poder encontrarlo, pero la inestabilidad del suelo ha hecho que la tarea sea mucho más compleja de lo que se esperaba. 

La excavación esta de momentos suspendida por temor a derrumbe, y personal médico se encuentra las 24 horas en el sector junto con un helicóptero para llevarlo al hospital más cercano tan pronto puedan sacarlo. 

“Rezo y ruego a Dios que salga de ese pozo sano y salvo. Por favor, Dios, calma mi dolor y el suyo en ese pozo polvoriento”, declaró su madre, Wassima Kharchich, a 2M, un canal de televisión local. 

El lugar está lleno de gente a la espera de poder ayudar en el rescate y las redes sociales del país se llenaron de mensajes para el pronto rescate del niño, junto al hashtag #SaveRayan