Una profesora de 35 años fue condenada esta semana en Reino Unido a cumplir una pena de seis años y dos meses de presidio efectivo por acosar en reiteradas ocasiones a un alumno de 15 años.

Kandice Barber, casada y con tres hijos, es la educadora que desde el 27 de septiembre de 2018 inició su ataque de índole sexual en contra del menor.

Según cuentan medios locales, en esa fecha y durante un evento escolar, la mujer aprovechó de tomar el celular del adolescente para conocer su perfil de la red social Snapchat e iniciar sus primeras interacciones virtuales con el menor, quien desde el inicio de ellas notó “algo raro” en el tenor de los mensajes de su profesora que a medida que pasaba el tiempo se hacían más explícitos.

Acoso constante

Barber había llegado al establecimiento donde estudiaba el adolescente, la escuela Princes Risborough en Buckinghamshire, a cumplir labores de maestra suplente y tras conocerse el caso, porque se viralizaron varias fotos de alto contenido sexual que la mujer le mandaba al menor, las autoridades educacionales decidieron despedirla.

En el juicio contra Barber se expuso además que junto a las fotografías, la profesora también se dedicaba a mandarle una gran cantidad de mensajes al menor, en los cuales le hacía preguntas inapropiadas e incluso, le contaba cuando se iba a bañar.

“Cuando estemos en clase vamos a ver si nos ponemos lo más calientes posible sin que los demás se enteren”, son alguno de los mensajes que la profesora le mandaba a su alumno en plena clase, una situación que comenzó a afectar en lo académico al menor, quien finalmente fue abusado sexualmente por la mujer a un mes de iniciados los mensajes de acoso, luego que Barber lo llevara a un sector alejado del establecimiento educacional.

Una vez que el caso estalló en el colegio, con fotos filtradas y comentarios de los alumnos y apoderados por el hecho, fue que se iniciaron las investigaciones con la víctima negando cualquier encuentro y acoso de su profesora.

La confesión del abusado

“Mentí porque ella me había dicho que podía estar embarazada de un hijo mío y entré en pánico. Les mentí a casi todos, menos a mis amigos”, reconoció el adolescente en marzo de 2019, donde expuso además que “ella me dijo que si yo la delataba, básicamente, yo iba a caer con ella”.

“Yo estaba sorprendido: ¿me vas a acusar de violación?, le pregunté. Obviamente me enojé y no hablé con ella después de eso”, prosiguió en su relato ante la justicia.

Por su parte, el fiscal Milne, quien persiguió el caso en el tribunal inglés, expuso ante jurado que la acusada reconoció que se involucró al menor porque “estaba pasando por una mala racha con su esposo, que estaba embarazada pero perdió al hijo, querían otro pero no estaba sucediendo. Las cosas se tensaron entre ella y su marido. El chico le había prestado atención, ella bajó la guardia y empezó a hablar con él”.