Con golpes de pies y puños terminó la interpelación a un ministro de Estado en la Asamblea Legislativa de Bolivia.

La monumental gresca que se prolongó por minutos tuvo como ring el hemiciclo del parlamento altiplánico. Todo comenzó cuando el ministro Eduardo del Castillo habló sobre las víctimas de los enfrentamientos entre militares y manifestantes. Tras eso, se desató una trifulca y la irracionalidad se apoderó del poder legislativo.

Como protagonistas de la pelea, la prensa destacó a los opositores Henry Moreno, senador jefe de bancada de Creemos, la diputada Tatiana Áñez; y los diputados oficialistas del Movimiento al Socialismo (MAS) Antonio Colque y Gloria Callizaya.

«Lamentamos algunos hechos de violencia que se hayan suscitado en esta sesión y por ello pido disculpas», manifestó el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, al dirigirse a la población boliviana que incrédula observaba cómo la violencia se tomaba el poder legislativo.

El legislador, del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), aseguró que las agresiones mutuas entre legisladores de oposición y oficialismo «se dilucidarán en la comisión de ética» parlamentaria para establecer responsabilidades.

También fueron parte de la gresca con tirones de pelo y arañazos la diputada del MAS María Álvarez y la opositora Tatiana Áñez.