En la jornada del sábado, el municipio de Viña del Mar reinstaló las manecillas del icónico Reloj de Flores, las cuales habían sido retiradas para evitar aglomeraciones de personas y posibles contagios de Covid-19.

La alcaldesa Virginia Reginato, destacó al Reloj de Flores como «el principal ícono turístico de la ciudad», a la vez que afirmó que el reponer las manecillas «es un mensaje de esperanza para este año 2021».

La jefa comunal subrayó que «sabemos que es un gran atractivo para retomar la tradición de sacarse la típica fotografía, pero debe hacerse de manera responsable, con las medidas sanitarias correspondientes, como el distanciamiento físico”.

De todas formas, Patricio Moya, director de Operaciones y Servicios del municipio, advirtió que las manecillas se encuentran en estado de prueba y en sincronización al GPS, con el objetivo de que el Reloj de Flores esté totalmente operativo durante la semana.

«No obstante se estará evaluando su permanencia, ya que el objetivo de mantenerlo sin estos elementos fue para desincentivar la presencia de público”, agregó Moya.

La última reparación del reloj se realizó en 2017, tras la caída de un árbol, y estuvo a cargo de la empresa mexicana Relojes Olvera III Generación, de Zacatlán, Estado de Puebla.

Esta firma es la encargada del funcionamiento de la maquinaria desde 2013. El reloj fue inaugurado con motivo del Mundial de Fútbol de 1962.

Loading