Avanzando en la discusión de la Ley de Presupuestos para el 2021, la tercera subcomisión mixta, presidida por el diputado José Miguel Ortiz (DC), aprobó en general, por cuatro votos a favor y una abstención, la partida correspondiente al Ministerio de Salud.

La cartera tendrá un incremento del 8,8% en sus recursos, con una cifra total de 10 billones 79 mil 906 millones de pesos, lo cual fue destacado por los parlamentarios.

El ministro de Salud, Enrique Paris, acompañado por los subsecretarios de Redes Asistenciales y de Salud Pública, Arturo Zúñiga y Paula Daza, respectivamente; y el director de Fonasa, Marcelo Mosso, aclararon a la comisión una serie de materias que habían quedado pendientes en la sesión anterior.

De esta manera, se explicó que existen dos ítems de Salud que aparecen en la partida del Tesoro Público, bajo el título “Contingencias operacionales”, que corresponden a los fondos para la vacuna Covid-19 y para la aceleración de la resolución de listas de espera.

Además, se señaló que existe un incremento de 0,6 a 3,1%, los recursos destinados por Fonasa al pago de subsidios por incapacidad laboral por enfermedad y medicina curativa, ya que hace tiempo la institución estaba absorbiendo el diferencial.

En el marco del acuerdo suscrito por el gobierno y los partidos de oposición,  para el plan de emergencia y protección de los ingresos de las familias y la reactivación económica y el empleo, se estableció la creación de una segunda fase del Fondo para la Salud Covid-19.

Este ítem contará con recursos por 400 mil millones de pesos y será destinado al fortalecimiento de las tareas que permitan disminuir la exposición al contagio y enfrentar las necesidades de la emergencia sanitaria, con un énfasis en las acciones de la red de salud de atención primaria.

Respecto al fondo para trazabilidad, que contará con 10 mil millones de pesos, las autoridades indicaron que considera financiamiento mientras dure la alerta sanitaria y hasta inicios de febrero de 2021. Dichos recursos cubrirán la operación completa de pesquisa en vivienda, según mapa de calor; seguimiento de casos y contactos estrechos, presenciales y telefónicos, y el testeo en territorio.

Asimismo, aclararon que, en caso de extenderse la alerta más allá de febrero, se evaluarán las condiciones epidemiológicas para estimar los costos de operación de los programas en el país; lo cual demandaría revisar la reasignación o incorporación de recursos adicionales.

Sobre el Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO), indicaron que fue creado a fines del 2019 para brindar atención gratuita a las personas que sufrieron daños en la visión, como consecuencia de la contingencia social ocurrida tras el 18 de octubre.

Este considera atenciones médicas, independiente de si la víctima está en Isapre o Fonasa, además de prótesis y apoyo funcional y psicosocial, la cual es entregada por un equipo compuesto por profesionales de diversas áreas de la salud.

En detalle, añadieron que, las reparaciones y atenciones se han enfocado en cirugía, inserción de lentes intraoculares, reemplazos de cristalinos, suturas, prótesis y manejo de ayudas visuales.

La Unidad de Trauma Ocular (UTO), radicada en el Hospital del Salvador, referente nacional en la materia, ha atendido a 343 personas a la fecha, y en el análisis clínico de los casos realizados en el primer semestre de 2020, se han confirmado 49 pacientes que requieren prótesis.

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