Greenpeace Chile alertó que los últimos informes hídricos respecto de los embalses del país, y de manera especial el embalse El Yeso, principal proveedor de agua para la capital, hacen pensar que la situación de escasez de agua está en una situación especialmente compleja para los próximos meses.

“Las lluvias del invierno, en apariencia abundantes, están lejos de haber terminado con el problema de la escasez de agua. Es cierto que el 2020 fue mejor que el 2019, pero seguimos en un año muy lejos de lluvias normales y el 2020 sigue siendo uno de los más secos de la década. De hecho, buena parte de los embalses de país presentan hoy niveles críticos de agua«, explicó Estefanía González, coordinadora de campañas de Greenpeace.

Además, desde la ONG ambientalista mencionaron que, según datos proporcionados por Aguas Andinas, el embalse El Yeso pasó de 124,2 Hm3 en agosto a un nivel de 106,5 Hm3 en septiembre.

«Lo que pasa en El Yeso, principal fuente de abastecimiento de agua potable para Santiago, es especialmente grave, ya que en solo un mes, entre agosto y septiembre, su capacidad disminuyó un 14%. Las autoridades deben sincerar que enfrentamos una situación crítica de disponibilidad de agua para Santiago”, advirtió González.

En este contexto, Aguas Andinas ha advertido que el embalse El Yeso “cerrará” a partir del 1 de noviembre, manteniendo la compra de agua durante febrero y marzo del 2021, medida que permitiría enfrentar abril con un volumen de 170 Hm3.

Greenpeace, sin embargo, resaltó que la compleja situación en El Yeso está lejos de ser aislada y es una muestra de lo que sucede con el resto de los embalses en el país.

Al respecto, la Dirección General de Aguas del MOP acaba de aclarar en su último informe hidrometeorológico que todos los embalses entre las cuencas del río Limarí y del Maipo mantienen un déficit respecto a sus volúmenes históricos de octubre.

Especialmente crítica es la situación de los embalses Aromos y Peñuelas (Región de Valparaíso), los cuales no solo se encuentran bajo sus promedios mensuales, sino que presentan una situación peor que el 2019. De hecho, Aromos presenta un déficit de -63%.

“A esta realidad hay que sumar que la demanda de agua desde distintos sectores continúa presionando a todo el sistema hídrico del país. Lamentablemente, el suministro de agua para la población depende de los acuerdos a los que logren llegar los privados y no de una política pública que garantice el agua como un derecho humano básico”, concluyó la coordinadora de Greenpeace.

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